miércoles, 1 de octubre de 2008

EL ILETRADO DE TERRANOVA

En la ciudad de Terranova existen tres grandes escuelas, a las que solo pueden asistir los hijos de los más acaudalados de la ciudad. Al gobernante de la ciudad se le ocurrió dar un reconocimiento a una de las escuelas, para lo cual se tendría en cuenta cual de estas era la que mejor formación daba a sus estudiantes. Cuando los rectores de las escuelas se enteraron del reconocimiento que se les podría dar, entro en ellos una angustia por saber quien podría ser el ganador, ya que esto traería prestigio a la escuela y los adinerados de la ciudad buscarían de sus instalaciones para la formación de sus hijos; entonces también habría mucho dinero de por medio. Es por esta razón que La Presse -la escuela que queda en el centro de la ciudad- opto por darle una beca a un niño de una clase desfavorecida; el objetivo era alfabetizarlo, y formarlo a pesar de que su nivel académico que era nulo y su cultura muy diferente de la de los demás niños. De esta manera demostrarían que son la mejor escuela en formación y que lo hacen independientemente de las circunstancias o condiciones intelectuales de un niño. Y que mejor manera de demostrarlo con alguien que nunca había tenido estudio.

Es así, como consiguieron aun joven de una clase media baja. El era mal hablado, se expresaba de una manera ordinaria para quienes lo escuchaban y sus ropas eran desagradables al igual que su aspecto físico.
Cuando la ciudad se entero de lo que ocurría en La Presse, hubo sentimientos repartidos; la alta sociedad se indigno, por que sus hijos se tuvieran que relacionar con el joven; por otra parte la sociedad media y baja le alegro el hecho que un igual a ellos llegara a tener esa oportunidad que no había ocurrido en la historia, era tanta la alegría que sentían como hijo suyo a aquel niño.

En el salón de clases ubicaron al joven en la parte de atrás en un rincón, que pasara casi de manera desapercibida. Una de las características del joven era que cuando hablaba, lo hacia con referencia a las cosas que lo rodeaban, hablaba de su gente, de cómo vivían y las cosas que hacían. Con el tiempo le empezaron a escuchar con cierto recelo, toda la ciudad de alguna manera se unió en el deseo de saber que ocurría con aquel experimento y si era posible que este joven siquiera llegara a graduarse o por lo menos adaptarse a los demás. Fue tanto el éxito que las demás escuelas en sus intereses económico también empezaron a aceptar niños de bajos niveles académicos y nulas posibilidades de algún día ingresar a es tipo de educación, entrando así en la competitividad y la opción de llevarse su galardón.

El nombre del niño de este cuento es Folletín. Al extenderse la alfabetizacion hacia las clases humildes, se experimentó la necesidad de una literatura escapista de consumo masivo y barato coste, de forma que pudiese ser adquirida por los sectores menos favorecidos de la sociedad, este tipo de literatura se le conoció como folletín. Al igual que las escuelas en el cuento, se trato de un elemento del que se valieron los periódicos para aumentar la tirada de paginas impresas, para lo cual se enfocaron en otro tipo de publico, uno mas grande, que aunque contaba con menos condiciones intelectuales si tenían el deseo de ser parte de la sociedad y de que se les tuviera en cuenta en elementos tan importantes de la comunicación de masas como lo son los periódicos.

Ahora el factor a analizar aquí, es el tipo de literatura que utilizaron para llegar a estas masas. Se trato de una literatura sin exigencia estética, no era muy acusada; a veces se hinchaba el estilo, eran novelas que se escribían a medida que eran publicadas, las obras no obedecían a un plan previo. Al no poder rehacer lo ya publicado aparecían incongruencias en la conducta de los personajes. Era un tipo de literatura que analizaba temas populares con elementos como lo exagerado, lo exótico, lo crudo, los actos de violencia, los raptos, los adulterios, eran temas comunes en la sociedad a la que se dirigía, por lo que el interés de estos en leer de aquellos temas era grande debido a la familiaridad de los mismos. Una característica de este subgénero es que está al alcance de todos los públicos, con independencia de edad, sexo y condición social. Es así que, como en el cuento, cuando el niño hablaba, la actitud reacia de las personas empezó a cambiar y mostrar interés de lo que decía independientemente del estilo sencillo con que lo hacia, simplemente las historia de su gente llamaba mucho la atención. Recuerdan la ubicación del niño en aquel salón, lo mismo ocurría con el folletín que señalo un lugar en el periódico: “el sótano” de la primea pagina, a donde iban a parar las variedades.

Entre las posibilidades de si ese niño se pudiese graduar o no o siquiera adaptarse, surge una cuestión que no ha cambiado hasta la fecha; por parte de algunos estudiosos de la literatura: “estamos en presencia de la destrucción de lo literario a manos de la organización industrial y del sucio comercio; la verdadera literatura será siempre otra cosa.” Cuando el niño entro a estudiar, algunos de los padres de hijos acaudalados mostraron una preocupación por lo que surgiría de unir dos tipos de culturas y como esto podría afectar a algunos de sus hijos y por eso surgieron comentarios como el anterior. Es por esto que “plantearse el folletín como hecho cultural significa de entrada romper con el mito de la escritura para abrir la historia a la pluralidad y heterogeneidad de las experiencias literarias”. De ahí que muchos no aceptaron al folletín como una historia literaria sino cultural.

Otro aspecto que llama la atención era que nunca hubo un interés por quien era el padre de aquel niño, solo interesaba la noticia que se generaba alrededor de el. En el folletín no importaba el autor “las gentes se figuraban que los repartidores eran quienes escribían las novelas,” que al igual que en el cuento todos hicieron suyo a aquel niño.

A medida que el niño se fue instruyendo su modo de expresarse también cambio. El folletín empezó con temas de variedades y asuntos triviales a convertirse en un subgénero, el folletín novela donde era caracterizado por la simplicidad psicológica y el argumento sensacionalista, dramático, sentimental. Recurriendo a la temática amorosa, pero también al misterio y a lo escabroso.

Así llego el día en que el niño se graduó, y aunque tiene su diploma en la mano estar marcado por el hecho de que no es igual a los otros. Aunque una masa grande de personas alaban el éxito alcanzado, esta el hecho de que el niño tampoco sabe quien. “el folletín es una narración que ya no es un cuento pero que no llega tampoco a ser novela. Y una escritura que no es literaria ni tampoco de la prensa, sino su confusión.”

Hoy día el niño (el folletín) pide sus derechos.

1 comentario:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Un interexto interesante, espero que algún día el folletín sea reconocido en su valor...